
cómo funciona Starlink y cuánto duran sus satélites en órbita

El servicio de internet satelital Starlink es una alternativa para quienes buscan conectividad en zonas remotas o con infraestructura limitada. Desarrollado por SpaceX, este sistema permite acceder a internet de alta velocidad en lugares donde las redes tradicionales no llegan o resultan insuficientes.
Starlink opera con una red de miles de satélites ubicados a menor altitud que los sistemas tradicionales. Esta configuración reduce significativamente la latencia. Además, la flexibilidad de su servicio resulta útil para usuarios con necesidades estacionales, como propietarios de casas de veraneo o viajeros frecuentes.
Aunque para mantener este sistema la constelación de SpaceX crece, se renueva y se autodestruye a diario. Entre uno y cuatro satélites Starlink reingresan cada día en la atmósfera terrestre, producto de la combinación entre el desgaste natural y una política activa de recambio tecnológico.
El funcionamiento del servicio de internet satelital de Starlink
Starlink opera mediante una constelación de satélites en órbita baja, ubicados a aproximadamente 550 kilómetros de la Tierra. Esta posición reduce la latencia en comparación con los satélites geoestacionarios tradicionales. La conexión se establece a través de una antena parabólica portátil que se vincula directamente con los satélites, ofreciendo velocidades de descarga superiores a 100 Mbps.
El sistema está diseñado para brindar conectividad en áreas rurales o remotas, donde las redes de fibra óptica o cable no están disponibles. La antena, compacta y de bajo consumo energético, permite su transporte e instalación en vehículos, embarcaciones o superficies planas, siempre que haya visibilidad directa al cielo. Aunque la latencia es menor que en otros sistemas satelitales, sigue siendo mayor que la de las redes por cable, lo que puede afectar aplicaciones que requieren respuesta en tiempo real, como videojuegos o videollamadas de alta calidad.
Los planes y precios vigentes de Starlink en Argentina
Starlink ofrece en Argentina dos planes principales, cada uno con características específicas:
Plan Residencial
- Versión estándar: costo mensual de $56.100.
- Versión Lite: costo mensual de $38.000, diseñada para viviendas pequeñas o uso moderado.
- Equipo de hardware: el kit estándar tiene un valor de $499.999, mientras que la versión mini, con descuentos aplicados, cuesta $151.600. Ambos incluyen un cargo adicional de $24.400 por envío.
- Router en malla Gen 3: disponible por $175.000 para mejorar la cobertura dentro del hogar.
Plan Itinerante
- Opciones de datos: ilimitados por $87.500 mensuales o 50 GB por $44.100 mensuales, con descuentos vigentes.
- Hardware: mantiene los mismos costos que el plan residencial, con el equipo estándar en $499.999 y la versión mini en $151.600.
La vida útil de los satélites Starlink y su proceso de reemplazo en órbita
La constelación de satélites Starlink se renueva constantemente. Entre uno y cuatro satélites reingresan a la atmósfera terrestre cada día, debido al desgaste natural y a una política activa de recambio tecnológico. A 550 kilómetros de altura, la fricción con partículas atmosféricas frena gradualmente a los satélites, reduciendo su altitud. Durante picos de actividad solar, esta fricción aumenta, acelerando su caída.
SpaceX implementa un proceso de desorbitación controlada. Cada satélite está equipado con propulsores iónicos que permiten modificar su trayectoria y ejecutar un descenso programado hasta los 300 kilómetros de altura, donde la atmósfera los desintegra casi por completo. Más del 95% del material se quema al reingresar, y solo una mínima fracción metálica puede alcanzar la superficie.
La empresa asegura que todos los satélites cumplen con las normas internacionales de mitigación de desechos espaciales y que el tiempo entre el final de su misión y la reentrada no supera un año. Esta estrategia de renovación constante permite mantener la competitividad y eficiencia del sistema, evitando la saturación orbital y garantizando una cobertura global sin interrupciones.
Sin embargo, investigadores advierten sobre el posible impacto ambiental de las reentradas masivas, que liberan partículas de aluminio y óxidos metálicos en la mesosfera. SpaceX defiende su modelo como un estándar de responsabilidad y destaca que minimiza el riesgo de basura espacial y permite la sustitución continua de unidades.
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