
Rápida acción policial salvó la vida de un recién nacido en el barrio Santo Domingo

La pronta intervención de efectivos policiales del Comando Norte fue clave para salvar la vida de un bebé de apenas dos días de nacido que presentó signos de ahogamiento en su domicilio ubicado en el barrio Santo Domingo. El menor fue trasladado de urgencia al Hospital Dr. Guillermo Rawson y, gracias a la rápida respuesta, se encuentra actualmente en buen estado de salud.
El episodio ocurrió durante la mañana de este miércoles, cuando un llamado de emergencia alertó sobre la situación crítica del recién nacido. De inmediato, el Cabo Sergio Matamoro y la Agente Marianela Manrique acudieron al lugar y, sin perder tiempo, trasladaron al menor en un móvil policial hacia el centro de salud más cercano.
Según fuentes oficiales, el bebé se hallaba consciente pero con dificultad respiratoria, lo que hizo temer por su vida. La intervención rápida y decidida de los efectivos permitió que el pequeño llegara al hospital a tiempo para recibir atención médica especializada.
En el Hospital Rawson, el personal de guardia brindó los cuidados necesarios, logrando estabilizar al bebé. Afortunadamente, el menor evoluciona favorablemente y se encuentra fuera de peligro.
Vecinos de la zona y familiares expresaron su agradecimiento a los policías por su accionar inmediato. “No sabemos qué podría haber pasado si no llegaban a tiempo”, comentó una vecina del barrio.
Este tipo de intervenciones no solo reflejan el compromiso de las fuerzas de seguridad con la comunidad, sino que también evidencian la importancia de la coordinación entre vecinos, policía y servicios médicos de emergencia ante situaciones críticas.
Desde la fuerza policial destacaron la labor de los efectivos, quienes actuaron con celeridad y responsabilidad ante una situación tan delicada. El hecho está siendo documentado por protocolo, aunque no se reportaron irregularidades en el entorno del menor.
El caso vuelve a poner en valor el rol social de la policía, muchas veces más allá de las tareas de prevención o control, en hechos donde la vida de las personas —y en este caso, de un recién nacido— puede depender de una reacción en minutos.